Durante gran parte de mi vida he querido descubrir quién soy, para qué estoy en este mundo y cuál es el sentido de la vida. He buscado varios caminos que me puedan dar respuestas para encontrar una razón de vivir. Por mucho tiempo la búsqueda me causó mucha frustración, nada me quitaba el vacío, nada lograba que me sienta mejor. Desde la razón y la teoría entendía muchos conceptos, pero en la práctica mis esquemas no me permitían ver más allá. Mi mente siempre ha tenido una capacidad para ver más allá de las cosas, no sabia como usar mi mente para empezar a ver lo bonito de la vida, sólo veía destrucción y dolor.
Ahora me doy cuenta de que en mi proceso todo eso fue necesario para poder, HOY, ver la vida desde otro lugar. El arte me devolvió la vida, me devolvió mi poder de creación y de transformación. Me ayudó a CREER en mi para poder CREAR mi vida. Materializar mis emociones y pensamientos en un dibujo me ha ayudado mucho a conectarme con mi verdadera esencia creadora. Mi alma encontró la manera de comunicarse conmigo a través de líneas y colores para enseñarme mi grandeza. Día a día empecé a despertar, mis dibujos me mostraban algo que antes no había podido ver, me enseñaban que la vida tiene infinita gama de colores, formas y figuras. Por primera vez pude verme con otros ojos, pude valorar quién soy, sentir que mi vida tenía sentido y que mi existencia tenía un propósito. Desde que pude sentir amor incondicional y gratitud, mi vida tomó un giro inesperado, me puede conectar a la vida, sentir que estoy viva, que estoy en este mundo para vivir la vida que sueño, construir un mundo lleno de colores y de alegría.
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