Una vez que seco hago los orificios que deseo. Yo, en este caso, hice una boca grande, una nariz torcida y esos orificios que ven no son los ojos, es por donde voy a ver cuando me ponga la máscara. En realidad los ojos están más arriba y los voy a dibujar.
El proceso que me tomó hacer la máscara, darle forma y después pintarle para darle vida, me permitió hacer un proceso interno que, la máscara, ahora refleja. Creo que la vida está llena de procesos y despertares. A medida que vamos tomando consciencia de quién somos, nos estamos acercando a nuestra esencia, a nuestro mayor potencial.
Yo tenía mucho miedo de lo que había dentro mío, no sabía qué iba a salir. Muchas veces sentía que había una fiera dentro que si no la controlaba iba a salir a derrumbar todo, romper y dañar todo lo que se interponía en su camino. Y en este proceso interior que me encuentro, en el cual llevo varios años, cada día me acerco más a ese lado mío que no es un monstruo como pensé, sino todo lo contrario. Da miedo porque es grande y aparenta ser una bestia, pero dentro es muy dulce y se siente solo.
Hoy, lo abrazo, lo miro a los ojos y le digo que amo la persona en la que nos estamos convirtiendo, juntos.
ay Carlita.. que lindas palabras y que envidiable proceso estas viviendo, disfrútalo en cada paso... a veces los de afuera ven más rápido lo que tenemos dentro que nosotros mismos, sé que te va a ir muy bien en el camino porque yo ya ví lo que hay dentro de tí y es hermoso!
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